Lo que aún no hemos averiguado es cómo van al baño los astronautas.
Cándida pero atroz
Un retrato friki de la sociedad española tardofranquista, narrado por Enriqueta, una niña de provincias que acaba de cumplir 12 años. Su voz espontánea y luminosa nos habla del despertar preadolescente a una sexualidad confusa en aquel mundo de apariencias y abusos feroces. Por las páginas de Calcetines de perlé pululan niños traviesos, curas con sotana, monjas, militares condecorados, amas de casa, intelectuales represaliados y borrachuzos. A cada vuelta de página aflora una sociedad que se debate entre la gracia del absurdo y la brutalidad decadente porque, «por si acaso», siempre cae un bofetón.
Las dos primeras novelas de Mara Mahía (A Coruña, 1968) transcurrían durante la Guerra Civil y la posguerra sin caer en ninguno de los tópicos que se te ocurren, con una técnica narrativa singular y voz de maga. Esta nueva novella, bonita, cándida pero atroz, transcurre durante unos pocos días del mes de noviembre de 1975, nada menos.