Una bala de diamante.
Azul que fosforece

Enigmática segunda novela de Alfonso García-Villalba, en sí misma una esfera psicodélica que da acceso a un estado mental confuso, en el que la memoria se ha fragmentado. No es que se haya renunciado a lo real ni a la sensación ni al placer ni a la reverberación de la mente, pero todo sucede en un estado hipnagógico que altera la percepción del tiempo y el espacio.

El mundo tecnológico queda entrelazado con el onírico en este relato circular e insólito. Es un tipo de ciencia-ficción estilística que inaugura la Colección Kuiper, soplando esferas poéticas en la imaginación lectora, «de un azul tan intenso», como decía Pere Gimferrer, «que por las noches fosforece».

Bienvenidos a una inmersión en la memoria y el olvido, a los jirones de un yo que se diluye en percepciones y fluctuaciones sin saber si son propias o no. De hecho, en la Lectura Oracular que inaugura la narración se revela: «Un día escribirás sobre otro. Otro que no eres tú. Otro que, pese a todo, sólo puedes ser tú»

—Colección Kuiper—Formato: 17x24cm—ISBN: 978-84-123318-3-7—Nº de págs: 270—Precio: 17€

«Una de las obras de ciencia ficción más arriesgadas y conmovedoras que he leído en mucho tiempo»

«Alfonso García-Villalba es un escritor de símbolos. Toda la novela en sí se mueve en el campo de lo simbólico»

«Hay fragmentos realmente bellos […] la acción subsumida por un lirismo violento. Los protagonistas parecen humanos aunque hay en ellos una energía mutante»

—Pedro Pujante

«Entre mis influencias literarias están Ballard, Burroughs y Philip K. Dick. También tienen algo que ver en lo que escribo ensayistas como Baudrillard, Mark Fisher o Peter Sloterdijk (muy influyente para Signos). Peter Kingsley y su ensayo En los oscuros lugares del saber, en torno a Parménides, es una lectura fundamental para mí. Y, cómo no, el pensador italiano Franco “Bifo” Berardi cuyo concepto de “lenta cancelación del futuro” es crucial para Signos»

«También David Lynch o Cronenberg. O pintores como Magritte y El Bosco. O la música contemporánea de William Basinski y de Loscil, sobre todo el ritmo, los bucles sonoros…»

«La dislocación de memoria que me dejó fascinado es la del protagonista de la novela Nog, de Rudoph Wurlitzer. Sin embargo, la memoria no es exclusivamente personal, tiene un componente político: La función del estado como aparato de vigilancia es la de inventar y construir una memoria incierta y una experiencia impersonal. Lo dice Ricardo Piglia»

—Alfonso García-Villalba

«El narrador murciano lanza una novela inclasificable pero tan onírica y adictiva como los escarabajos psicoactivos que pueblan sus páginas. A caballo entre múltiples planos de la realidad...»

«La distopía en la que viven tus personajes me recuerda a Ballard o a Pynchon»

«El adjetivo que más se repite, al hablar de tu texto, es “hipnótico”, pero no es fácil explicar por qué: lo enigmático del mundo que habitan tus personajes, lo rítmico o poético de tu fraseo, lo fascinante de esa mirada ‘borrosa’ sobre la realidad… »

—José Daniel Espejo

«Una obra muy potente»

«Tiene tintes de road movie [...] Los ámbitos comarcales [la novela está ubicada en la región de Murcia] que aparecen en la novela han sido dotados de pátina, de literatura. Ya no volveré a mirar de la misma manera ese hotel de carretera, el bosque cercano a la playa, las gasolineras…»

«Me encanta el personaje de Magritte porque sueña tanto que le duele soñar»

—Domingo Llor

«Uno de los autores más interesantes de la narrativa española actual»

«Le ofrece al lector una nueva experiencia literaria por una concepción del hecho narrativo que supone una refutación absoluta de la idea de linealidad»

«Un ritmo cíclico de ondas que van repitiéndose y ampliándose como una composición musical minimalista»

—Diego Sánchez Aguilar

«Leer esta novela supone dejarse arrastrar por ese torbellino de imágenes que suponen los numerosos círculos excéntricos con los que parece construirse. […] He dicho círculos excéntricos. Y un círculo excéntrico no es más que una elipse. Y una elipse puede llegar a confundirse con una órbita. La órbita de una esfera azul, por ejemplo. Y con elipses y órbitas parece construirse la geometría de esta novela que desconfía, por sistema, de lo lineal: ese horizonte que desaparece»

—Lujo Berner

«La experiencia de leer esta novela es única, nueva, maravillosa y me ha hecho un adicto a la forma de escribir de Alfonso García-Villalba»

—Paco Paños

«Recomiendo leer Signos herméticos de una nueva melancolía escuchando un tema de Boards of Canada: Music is math»

«Definiría esta obra como una instalación artística […] también como una canción minimalista»

«Alfonso García-Villaba ejerce de chamán o de DJ […] atrae símbolos culturales […] como los de David Lynch, Gilles Deleuze, Mark Fisher, David Foster Wallace, David Cronenberg, Mario Bellatin, Charles Burns, Peter Sloterdijk o Robert Smith»

—Alejandro Hermosilla

«Una novela atípica, onírica e irracional […] Un artefacto arriesgado que desencadena una lectura muy distinta»

«Habitaciones de hotel, árboles oscilantes, grabaciones antiguas, espejos en los que meterse, mujeres con cabeza de lechuza, una vaca amarilla… Imágenes que asaltan al lector como piezas de un puzzle»

—Ana Belen Martínez

«Un texto difícil, atractivo, nebuloso, persuasivo, de pretensiones intrigantes»

«Es un texto que se aleja deliberadamente de lo narrable, que estira la cuerda de su humanidad. Pero sigue siendo un libro, casi una novela o una novela casi humana»

«Ediciones Franz ha tenido el valor de publicar un texto inclasificable»

—Santi Mazarrasa